domingo, 4 de diciembre de 2011

"Jehova Yireh" (Dios proveerá)

Gracias, mi Dios, por proveerme una Familia incondicional, Amigos maravillosos que recargan mi combustible de alto octanaje (pues, por poco que pueda verles - les ruego mil perdones por ello -, sé que sus valiosos Corazones están ahí; Por una Vida con una marcada tendencia a la "Plenitud del diario vivir", donde inclusive esos pocos días que, de tiempo en tiempo, me
 sumergen en penumbras, son una Promesa Futura de Luz y de Crecimiento Personal; Gracias por las Victorias, pero aún MÁS gracias por los Fracasos, pues ellos fueron los que me condujeron a la Persona que hoy soy, y serán ellos quienes mañana me recordarán no aplastar a quien ya está caído, a tender la mano a quien desee levantarse y a calzar las sandalias de quien esté junto a mí - con sus hormas, roturas e irregularidades - antes de pedirles caminar conmigo por esta Senda; Te agradezco por el Lenguaje, que hoy me permite plasmar casi íntegramente mi sentir, sin dejarle perderse en la evanescencia de la oralidad, en los ecos de lo ya pasado. Gracias por cada Palabra que durante lo que llevo de Vida desfiló frente a mí, congenió con el limitado acervo que llevaba en el morral de viaje de mi niñez y que, tras trabar profunda Amistad con mi Ser, decidió establecerse y morar en mi Casa del Alma, compartiéndola con la Sra. Curiosidad y un buen tipo llamado Hambre Constante...
Y, puesto que vivo el hoy, gracias por poner en mi Ruta a estos pequeños, curiosos y maravillosos Alumnos que, además de enseñarme el doble - o más - de lo que puedo ofrecerles, me brindan - con su mera presencia - ideas, experiencias y los medios materiales para proseguir con mis raros - extravagantes, más bien, diría yo - Proyectos Pedagógicos que, de otro modo, fenecerían antes de nacer.
Cabe añadir, gracias JUMBO SUR, por tener las preciadas Tarjetas de Estudio que infructuosamente busqué durante semanas en cada rincón de la ciudad, dejando en ellos visibles rastros de suelas, sudor y una pizca de frustración. Y, finalmente, gracias nuevamente mi Dios, por dejarme concordar, mediante una de esas maravillosas DIOSCIDENCIAS que tan bien sabes usar, en la misma HORA y LUGAR, con una Persona con tanta similitud de Vocación, con idéntico Espíritu de Servicio, renovando mi Fe - en el Prójimo - y mi Sentir.
Y, de paso, si alguien se tomó la pajita de leer esto y de compartir mi Felicidad, GRACIAS TAMBIÉN ^.^

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